Un problema medioambiental crítico es la contaminación del aire, una de las medidas para controlarla es la restricción vehicular, por lo que analizaremos sus aportes y limitaciones. Este tema nos concierne a todos, ya que el 99% de la población mundial respira aire contaminado. Las micropartículas causan dificultades respiratorias y también impactos cerebrovasculares y cardiovasculares, con 7 millones de muertes evitables al año.
Mientras, en Chile, respiramos contaminación. Esta dura afirmación se sustenta, porque alrededor del 60% de los habitantes del país se expone diariamente a concentraciones de material particulado que rebasa la norma ambiental. Las consecuencias son 3.000 hospitalizaciones y 4.500 defunciones que sobrecargan nuestro sistema de salud, siendo los más perjudicados ancianos, niños, embarazadas y personas con enfermedades de base.
Objetivos de la restricción vehicular en Chile
Esta medida de control de la contaminación ambiental, se implementó en 1986 y luego se sumó al Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA), del Ministerio del Medio Ambiente, con motivo de controlar específicamente la situación de Santiago, ciudad con el mayor parque automotriz de Chile y que se ubica en una cuenca, que no favorece su ventilación. Entre sus objetivos están:
- Aliviar el tráfico vehicular en las calles
- Disminuir la contaminación
En sus primeros años tuvo resultados, pero en 2017 la polución volvió a sus índices habituales, al explicarnos por qué, nos encontramos con consecuencias indeseadas. Las personas no adoptaron otras costumbres, sino que un porcentaje de ellos evitó el parte por restricción vehicular, adquiriendo un segundo vehículo, con preferencia por lo económico, es decir, autos usados y más contaminantes, que se sumaron a la congestión del tráfico capitalino.
Es ahí que, como ciudadanos, tenemos que plantearnos, qué es lo que queremos, porque si buscamos disminuir la contaminación hay que tomar consciencia de que, lejos de remitirnos al horario de restricción vehicular, debemos ser proactivos en complementar esfuerzos, para ello podemos:
- Planificar nuestro día para evitar las horas de alta congestión
- Encontrar las mejores rutas para llegar eficientemente a nuestro destino
- Compartir el viaje con colegas o personas que se dirijan hacia donde nosotros vamos
- Hacer mantenciones regulares a nuestros autos para que contaminen lo menos posible
- Si está a nuestro alcance, renovar el vehículo por un modelo que genere menos polución cada ciertos años
¿Cuál es la situación lejos de la capital?
Si bien, estando en regiones, no nos veremos enfrentados a un parte por restricción vehicular, el problema persiste. La Asociación Nacional Automotriz de Chile reporta un crecimiento del 60,6% del parque automotriz, con respecto al 2021. Los tacos son un fenómeno nacional y, en hora punta, los desplazamientos se demoran 15 minutos más al año. Todo esto en ciudades con una estructura vial que no estuvo pensada en esa cantidad de tráfico.
En Concepción, la Seremi de Transporte presentó un plan para mitigar la congestión, pero sus habitantes perciben el peligro de la mala calidad del aire. La consulta ciudadana Decide Bío-Bío arrojó que un 68,47% de los encuestados creen necesitar medidas como un horario de restricción vehicular transitoria.
Otro gran problema en el Sur de Chile es la quema de leña para calefaccionarse, que es una costumbre muy arraigada culturalmente. Solo en la Región de los Ríos se consumen 498.000 m³ al año, en que Valdivia ocupa un 44% del total, esto causa el 94,1% de las emisiones de material particulado en la zona. Las propuestas para reemplazar esta fuente de energía no resultan suficientes.
La contaminación ambiental es un problema tan grande, que podemos considerar que resolverlo está fuera de nuestro alcance, pero si todos hacemos nuestro mayor esfuerzo podemos incidir en su disminución. Aplica y comparte estas recomendaciones, mantén tu vehículo en el mejor estado y estarás siendo parte de la solución.
